martes, 16 de octubre de 2012

Reseña de libro: El manuscrito, de Blanca Miosi por Víctor Morata Cortado


Nicholas Blohm, un escritor frustrado, encuentra cierto día en el parque a un extraño personaje: un comprador-vendedor “al peso” de libros usados. El hombrecillo reconoce a Blohm por haber leído de él un par de libros, y decide regalarle un manuscrito que extrae de la colección que guarda en una enorme bolsa negra de plástico.

El escritor empieza a leerlo y advierte que se trata de un manuscrito especial. Cuando lo cierra desaparece la historia, es decir, todo lo que en él había escrito. Se desespera, pues su intención es apropiarse de la novela, y en medio de su ansiedad por encontrar respuestas decide buscar en Internet. Encuentra que los personajes que figuraban en el manuscrito sí existen, y que está ocurriendo justo lo que la novela decía que iba a suceder. Para encontrar a los personajes de “su novela” viaja a Roma, y de pronto se ve involucrado en la trama.
En catorce trepidantes días, deberá descubrir junto al personaje principal el secreto dejado por el conde Claudio Contini-Massera a su sobrino. Un secreto que, de llegar a revelarse, representa una gran fortuna. Así arranca una búsqueda que apela a la inteligencia de ambos: sobrino y escritor, y que los lleva a bibliotecas encadenadas, a las catacumbas de Armenia y a la isla de Capri.


Después de leer La Búsqueda y El Legado, tenía muchas ganas de volver a leer a Blanca Miosi. El Manuscrito I: El Secreto ha sido la excusa perfecta para hacerlo y, aunque ya iba rondando en digital por Amazon, preferí esperar a que se editara en papel para poder saborearlo bien. He de decir, antes que nada, que no sigue el patrón de los dos anteriores y el estilo es más dinámico y vertiginoso, si bien con El Legado ya apuntaba hacia ese dinamismo típico de los libros de aventuras. Y eso es lo que he encontrado en El Manuscrito I, una aventura en toda regla con una base muy original que carga de misterio, no sólo la trama principal, sino aquello que la desencadena. Si bien, pronto la historia se centra en la búsqueda del escritor junto al sobrino del conde, el efecto que crea la autora con el Manuscrito es sorprendente y no deja de perseguirnos a lo largo de toda la novela. Un recurso muy hábil que bien nos sirve como nexo para el resto de historias que a partir de él se creen en el futuro, pues la historia de Contini-Massera se cierra, pero se abren otras que ya se adelantan al final del libro. Es esta una novela ágil que se lee rápido y bien, con muchos golpes de efecto y una creatividad deliciosa. El conjunto de los elementos consigue meternos de lleno en la historia y crear un ambiente de sospecha que no se levanta casi hasta sus páginas finales. “Nada es lo que parece” podría ser el lema sobre el que cabalga la novela. Sería difícil hablar de la novela sin desvelar detalles importantes de la trama, así que no me extenderé y tan sólo diré que es una novela que merece la pena leer y con la que, en este tiempo estival, el lector consigue evadirse de todo para vivir una buena aventura al más típico estilo del clásico del cine Indiana Jones. Una buena lectura a la que merece la pena hincarle el diente.

y


Autora: Blanca Miosi
Editorial: ZETA Bolsillo
336 páginas
ISBN: 9788498726459
1ª Edición: 2012

jueves, 4 de octubre de 2012

El manuscrito 1 El secreto en el blog Así lo Pienso y así lo Escribo


EL MANUSCRITO I. EL SECRETO

Así lo pienso y así lo escribo

“Cuando el monje extendió las manos ofreciéndole el cofre, se encontraba al borde del acantilado. Por un momento tuvo miedo de que fuese una trampa. Antes de entregárselo lo retuvo un instante como arrepintiéndose. Temblaba tanto que pudo sentir sus movimientos compulsivos. Luego el monje hizo un ademán brusco, soltó el cofre y se lanzó al vacío. No se escuchó ni un grito. Instantes después, solo un sonido seco acompañado de un crujido atenuado por la distancia. Horrorizado, se asomó al precipicio y pese a que ya estaba oscuro pudo distinguir un bulto informe sobre la roca plateada…”

Así comienza la trepidante historia de El manuscrito I. El secreto, de Blanca Miosi.

Es la historia de Nicholas Blohm, un escritor norteamericano mediocre que no ha conseguido el éxito aunque tiene un par de novelas publicadas. Deseando escribir la “definitiva”, pero sintiendo que las musas han pasado de él, se sienta en un banco del parque donde espera recuperarlas y conoce a un extraño personaje que le deja un todavía más misterioso manuscrito, y desaparece. El protagonista lo abre y descubre una novela sorprendente, bien narrada, ciertamente adictiva y, sobre todo, sin autor. Inmediatamente se convence de hacerla suya y lo cierra. Pero cuando vuelve a abrirlo, lo que había leído ha sido sustituido por una historia bien distinta.
 

El manuscrito I. El secreto

Blanca Miosi, a quien no tengo el privilegio de conocer personalmente, nos sumerge en una aventura donde se mezcla acción, intriga y misterio en un cóctel increíble por su originalidad, pero en el que los protagonistas resultan personajes creíbles.

El manuscrito I. El secreto tiene una estructura literaria compleja, pero extraordinariamente bien enlazada. Juega con dos narradores (uno hace su trabajo en tercera persona y otro en primera), como si fuese una novela dentro de otra. No obstante, este “juego” permite al lector seguir la historia con suma facilidad.
Está perfectamente rematada al final, concluyendo la aventura que se narra. Y esto es muy importante en vista de la aparente continuación de la saga El manuscrito, pues hace que cada una de las partes que se lleguen a publicar sea independiente de las demás. A este respecto, leí un tuit suyo en el que mostraba su satisfacción por cómo le estaba quedando El manuscrito II. Y cuando un escritor ya contrastado como Blanca Miosi se siente así, es que la continuación de la saga merece la pena. Estaremos atentos a su lanzamiento.

Entretanto, además de leer esta novela, recomiendo visitar el blog de la autora: “Blanca Miosi y su mundo”, uno de los más inteligentes y prácticos que se publican en la red, especialmente para escritores que comienzan a caminar, como yo.

Blanca, gracias por haberme hecho pasar un fantástico fin de semana.
Así lo pienso, y así lo escribo.